15. El ojo del adúltero aguarda al anochecer, diciendo: No me verá nadie; y disfraza su rostro.
16. En las tinieblas minan las casas, que de día para sí señalaron; no conocen la luz.
17. Porque la mañana es para todos ellos como sombra de muerte; si son conocidos, terrores de sombra de muerte los toman.
18. Son ligeros como la superficie de las aguas; su porción es maldita en la tierra; no andarán por el camino de las viñas.