1. El hombre nacido de mujer, corto de días, y harto de sinsabores.
2. Que sale como una flor y es cortado; y huye como la sombra, y no permanece.
3. ¿Y sobre éste abres tus ojos, y me traes a juicio contigo?
4. ¿Quién podrá sacar algo limpio de lo inmundo? Nadie.
5. Ciertamente sus días están determinados, y el número de sus meses está cerca de ti: Tú le pusiste límites, los cuales no pasará.
6. Apártate de él, y que descanse hasta que, cual jornalero, haya cumplido su día.
7. Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; retoñará aún, y sus renuevos no faltarán.
8. Si se envejeciere en la tierra su raíz, y su tronco fuere muerto en el polvo,
9. al percibir el agua reverdecerá, y echará renuevos como planta nueva.
10. Pero el hombre muere, y es cortado; Perece el hombre, ¿y dónde está él?
11. Como las aguas se van del mar, y el río se agota y se seca.