Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Job 10:1-15 Reina Valera Gómez (RVG)

1. Mi alma está hastiada de mi vida: Daré yo rienda suelta a mi queja sobre mí, hablaré en la amargura de mi alma.

2. Diré a Dios: No me condenes; hazme entender por qué contiendes conmigo.

3. ¿Te parece bien que oprimas, que deseches la obra de tus manos, y que resplandezcas sobre el consejo de los impíos?

4. ¿Acaso tienes tú ojos de carne? ¿Ves tú como ve el hombre?

5. ¿Son tus días como los días del hombre, o tus años como los tiempos humanos,

6. para que inquieras mi iniquidad, y busques mi pecado?

7. Tú sabes que no soy impío, y que no hay quien libre de tu mano.

8. Tus manos me hicieron y me formaron, ¿y luego te vuelves y me deshaces?

9. Acuérdate ahora que como a barro me diste forma: ¿Y en polvo me has de tornar?

10. ¿No me vaciaste como leche, y como queso me cuajaste?

11. Me vestiste de piel y carne, y me rodeaste de huesos y nervios.

12. Vida y misericordia me concediste, y tu cuidado guardó mi espíritu.

13. Estas cosas has guardado en tu corazón; yo sé que están cerca de ti.

14. Si peco, tú me observas, y no me tienes por limpio de mi iniquidad.

15. Si fuere malo, ¡ay de mí! Y si fuere justo, no levantaré mi cabeza. Estoy hastiado de afrenta, por tanto, mira tú mi aflicción.

Leer capítulo completo Job 10