Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Isaías 48:9-21 Reina Valera Gómez (RVG)

9. Por amor de mi nombre diferiré mi furor, y para alabanza mía me refrenaré, para no talarte.

10. He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción.

11. Por mí, por amor de mí mismo lo haré, para que no sea amancillado mi nombre, y mi honra no la daré a otro.

12. Óyeme, Jacob, y tú, Israel, mi llamado. Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero.

13. Mi mano fundó también la tierra, y mi mano derecha midió los cielos con el palmo; al llamarlos yo, comparecieron juntamente.

14. Congregaos todos vosotros, y oíd. ¿Quién hay entre ellos que anuncie estas cosas? Jehová le ha amado; Él hará su voluntad en Babilonia, y su brazo estará sobre los caldeos.

15. Yo, yo hablé, y le llamé, y le traje; por tanto será prosperado su camino.

16. Acercaos a mí, oíd esto; desde el principio no hablé en secreto; desde que esto se hizo, allí estaba yo; y ahora el Señor Jehová me envió, y su Espíritu.

17. Así dice Jehová, tu Redentor, el Santo de Israel: Yo soy Jehová tu Dios, que te enseña para provecho, que te conduce por el camino en que debes andar.

18. ¡Oh si hubieras atendido a mis mandamientos! Entonces tu paz habría sido como un río, y tu justicia como las ondas del mar.

19. Tu simiente también habría sido como la arena, y los renuevos de tus entrañas como los granos de arena; su nombre nunca sería cortado, ni raído de mi presencia.

20. Salid de Babilonia, huid de entre los caldeos; dad nuevas de esto con voz de alegría, publicadlo, llevadlo hasta lo último de la tierra; decid: Redimió Jehová a Jacob su siervo.

21. Y no tuvieron sed cuando Él los llevó por los desiertos; Él hizo brotar las aguas de la roca; partió la peña, y fluyeron las aguas.

Leer capítulo completo Isaías 48