8. Vuelto, pues, el Rabsaces, halló al rey de Asiria que combatía contra Libna; porque ya había oído que se había apartado de Laquis.
9. Mas oyendo decir de Tirhaca rey de Etiopía: He aquí que él ha salido para hacerte guerra; al oírlo, envió mensajeros a Ezequías, diciendo:
10. Diréis así a Ezequías rey de Judá: No te engañe tu Dios en quien tú confías, diciendo: Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria.