2. Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.
3. No se ofuscarán entonces los ojos de los que ven, y los oídos de los oyentes oirán atentos.
4. Y el corazón de los necios entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos hablará con fluidez y claridad.
5. El mezquino nunca más será llamado liberal, ni el avaro será llamado generoso.
6. Porque el mezquino hablará mezquindades, y su corazón fabricará iniquidad, para hacer la impiedad y para hablar escarnio contra Jehová, dejando vacía el alma hambrienta, y quitando la bebida al sediento.
7. Las armas del tramposo son malignas; maquina intrigas perversas para enredar a los simples con palabras mentirosas, aun cuando el pobre hable con derecho.
8. Mas el liberal pensará liberalidades, y por liberalidades será exaltado.
9. Mujeres indolentes, levantaos, oíd mi voz; hijas confiadas, escuchad mi razón.
10. Días y años tendréis espanto, oh confiadas; porque la vendimia faltará, y la cosecha no vendrá.
11. Temblad, oh indolentes; turbaos, oh confiadas: despojaos, desnudaos, ceñid los lomos con cilicio.
12. Sobre los pechos lamentarán por los campos deleitosos, por la vid fértil.
13. Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinos y cardos; y aun sobre todas las casas de placer en la ciudad de alegría.
14. Porque los palacios serán abandonados, la multitud de la ciudad cesará; las torres y fortalezas se tornarán cuevas para siempre, donde retocen asnos monteses, y ganados hagan majada;