Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Isaías 1:13-25 Reina Valera Gómez (RVG)

13. No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; lunas nuevas, sábados, y el convocar asambleas, no lo puedo soportar; son iniquidad vuestras fiestas solemnes.

14. Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes aborrece mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas.

15. Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multiplicareis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.

16. Lavaos, limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo.

17. Aprended a hacer el bien; buscad juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, abogad por la viuda.

18. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta; si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

19. Si quisiereis y obedeciereis, comeréis el bien de la tierra.

20. Si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.

21. ¡Cómo se ha convertido en ramera la ciudad fiel! Llena estuvo de juicio, en ella habitó justicia, mas ahora, homicidas.

22. Tu plata se ha tornado en escorias, tu vino con agua está mezclado.

23. Tus príncipes son prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no oyen en juicio al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.

24. Por tanto, dice el Señor Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios:

25. Y volveré mi mano sobre ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré todo tu estaño:

Leer capítulo completo Isaías 1