2. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
3. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
4. Y vio Dios que la luz era buena y separó Dios la luz de las tinieblas.