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Éxodo 9:24-33 Reina Valera Gómez (RVG)

24. Hubo, pues, granizo, y fuego mezclado con el granizo, tan grande, cual nunca hubo en toda la tierra de Egipto desde que fue habitada.

25. Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así hombres como bestias; asimismo hirió el granizo toda la hierba del campo, y desgajó todos los árboles del país.

26. Solamente en la tierra de Gosén, donde los hijos de Israel estaban, no hubo granizo.

27. Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: He pecado esta vez: Jehová es justo, y yo y mi pueblo impíos.

28. Orad a Jehová (porque ya basta) para que cesen los grandes truenos y el granizo; y yo os dejaré ir, y no os detendréis más.

29. Y le respondió Moisés: Al salir yo de la ciudad extenderé mis manos a Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de Jehová es la tierra.

30. Pero en cuanto a ti y tus siervos, yo sé que todavía no temeréis a Jehová Dios.

31. El lino, pues, y la cebada fueron heridos; porque la cebada estaba ya espigada, y el lino en caña.

32. Mas el trigo y el centeno no fueron heridos; porque eran tardíos.

33. Y Moisés salió de la ciudad, de delante de Faraón, y extendió sus manos a Jehová, y cesaron los truenos y el granizo; y la lluvia no cayó más sobre la tierra.

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