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Éxodo 9:17-31 Reina Valera Gómez (RVG)

17. ¿Todavía te ensalzas tú contra mi pueblo, para no dejarlos ir?

18. He aquí que mañana a estas horas yo haré llover granizo muy grave, cual nunca fue en Egipto, desde el día que se fundó hasta ahora.

19. Envía, pues, a recoger tu ganado, y todo lo que tienes en el campo; porque todo hombre o animal que se hallare en el campo, y no fuere recogido a casa, el granizo descenderá sobre él, y morirá.

20. De los siervos de Faraón el que temió la palabra de Jehová, hizo huir sus criados y su ganado a casa:

21. Mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en el campo.

22. Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que venga granizo en toda la tierra de Egipto sobre los hombres, y sobre las bestias, y sobre toda la hierba del campo en el país de Egipto.

23. Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y Jehová hizo tronar y granizar, y el fuego se desparramó por la tierra; y llovió Jehová granizo sobre la tierra de Egipto.

24. Hubo, pues, granizo, y fuego mezclado con el granizo, tan grande, cual nunca hubo en toda la tierra de Egipto desde que fue habitada.

25. Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así hombres como bestias; asimismo hirió el granizo toda la hierba del campo, y desgajó todos los árboles del país.

26. Solamente en la tierra de Gosén, donde los hijos de Israel estaban, no hubo granizo.

27. Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: He pecado esta vez: Jehová es justo, y yo y mi pueblo impíos.

28. Orad a Jehová (porque ya basta) para que cesen los grandes truenos y el granizo; y yo os dejaré ir, y no os detendréis más.

29. Y le respondió Moisés: Al salir yo de la ciudad extenderé mis manos a Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de Jehová es la tierra.

30. Pero en cuanto a ti y tus siervos, yo sé que todavía no temeréis a Jehová Dios.

31. El lino, pues, y la cebada fueron heridos; porque la cebada estaba ya espigada, y el lino en caña.

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