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Deuteronomio 32:33-42 Reina Valera Gómez (RVG)

33. Veneno de dragones es su vino, y ponzoña cruel de áspides.

34. ¿No tengo yo esto guardado conmigo, sellado en mis tesoros?

35. Mía es la venganza y la paga, a su tiempo su pie vacilará; porque el día de su aflicción está cercano, y lo que les está preparado se apresura.

36. Porque Jehová juzgará a su pueblo, y por amor de sus siervos se arrepentirá, cuando viere que su fuerza se ha ido, y que no queda preso o desamparado.

37. Y dirá: ¿Dónde están sus dioses, la roca en que se refugiaban;

38. que comían la grosura de sus sacrificios, y bebían el vino de sus libaciones? Levántense, que os ayuden y os defiendan.

39. Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano.

40. Porque yo alzo a los cielos mi mano, y digo: Vivo yo para siempre.

41. Si afilare mi reluciente espada, y mi mano tomare el juicio, yo tomaré venganza de mis enemigos, y daré el pago a los que me aborrecen.

42. Embriagaré de sangre mis saetas, y mi espada devorará carne: En la sangre de los muertos y de los cautivos, desde sus cabezas; en venganzas sobre el enemigo.

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