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Deuteronomio 32:29-38 Reina Valera Gómez (RVG)

29. ¡Oh, que fueran sabios, que comprendieran esto, que entendieran su postrimería!

30. ¿Cómo podría perseguir uno a mil, y dos hacer huir a diez mil, si su Roca no los hubiese vendido, y Jehová no los hubiera entregado?

31. Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca: Aun nuestros mismos enemigos son de ello jueces.

32. Porque de la vid de Sodoma es la vid de ellos, y de los campos de Gomorra: Sus uvas son uvas ponzoñosas, sus racimos son amargos.

33. Veneno de dragones es su vino, y ponzoña cruel de áspides.

34. ¿No tengo yo esto guardado conmigo, sellado en mis tesoros?

35. Mía es la venganza y la paga, a su tiempo su pie vacilará; porque el día de su aflicción está cercano, y lo que les está preparado se apresura.

36. Porque Jehová juzgará a su pueblo, y por amor de sus siervos se arrepentirá, cuando viere que su fuerza se ha ido, y que no queda preso o desamparado.

37. Y dirá: ¿Dónde están sus dioses, la roca en que se refugiaban;

38. que comían la grosura de sus sacrificios, y bebían el vino de sus libaciones? Levántense, que os ayuden y os defiendan.

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