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Deuteronomio 32:1-8 Reina Valera Gómez (RVG)

1. Escuchad, oh cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca.

2. Goteará como la lluvia mi doctrina; destilará como el rocío mi razonamiento; como la llovizna sobre la grama, y como las gotas sobre la hierba:

3. Porque el nombre de Jehová proclamaré: Engrandeced a nuestro Dios.

4. Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud: Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad; justo y recto es Él.

5. Ellos se han corrompido a sí mismos; sus manchas no son las manchas de sus hijos, son una generación torcida y perversa.

6. ¿Así pagas a Jehová, oh pueblo loco e ignorante? ¿No es Él tu Padre que te poseyó? Él te hizo y te estableció.

7. Acuérdate de los tiempos antiguos; considera los años de muchas generaciones: Pregunta a tu padre, y él te declarará; a tus ancianos, y ellos te dirán.

8. Cuando el Altísimo dio a las naciones su herencia, cuando separó a los hijos de los hombres, estableció los términos de los pueblos según el número de los hijos de Israel.

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