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Daniel 3:2-13 Reina Valera Gómez (RVG)

2. Y envió el rey Nabucodonosor a juntar los grandes, los asistentes y capitanes, oidores, receptores, los del consejo, presidentes, y a todos los gobernadores de las provincias, para que viniesen a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado.

3. Fueron, pues, reunidos los príncipes, los asistentes y capitanes, los jueces, los tesoreros, los consejeros, los presidentes, y todos los gobernadores de las provincias, a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado; y estaban en pie delante de la estatua que había levantado el rey Nabucodonosor.

4. Y el pregonero anunciaba en alta voz: Se ordena a vosotros, oh pueblos, naciones, y lenguas,

5. que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado;

6. y cualquiera que no se postre y adore, en la misma hora será echado dentro de un horno de fuego ardiendo.

7. Por lo cual, al oír todos los pueblos el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento de música, todos los pueblos, naciones, y lenguas, se postraron, y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado.

8. Por esto en aquel tiempo algunos varones caldeos vinieron, y denunciaron a los judíos.

9. Hablando y diciendo al rey Nabucodonosor: Rey, para siempre vive.

10. Tú, oh rey, diste una ley que todo hombre al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento de música, se postrase y adorase la estatua de oro;

11. y el que no se postrase y adorase, fuese echado dentro de un horno de fuego ardiendo.

12. Hay unos varones judíos, los cuales pusiste tú sobre los negocios de la provincia de Babilonia; Sadrac, Mesac, y Abed-nego; estos varones, oh rey, no han hecho cuenta de ti; no adoran tus dioses, no adoran la estatua de oro que tú levantaste.

13. Entonces Nabucodonosor con ira y con enojo mandó que trajesen a Sadrac, Mesac, y Abed-nego. Y al punto fueron traídos estos varones delante del rey.

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