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2 Reyes 9:19-33 Reina Valera Gómez (RVG)

19. Entonces envió otro de a caballo, el cual llegando a ellos, dijo: El rey dice así: ¿Hay paz? Y Jehú respondió: ¿Qué tienes tú que ver con la paz? Vuélvete tras mí.

20. El atalaya volvió a decir: También éste llegó a ellos y no vuelve: mas el marchar del que viene es como el marchar de Jehú hijo de Nimsi, porque viene impetuosamente.

21. Entonces Joram dijo: Unce. Y uncido que fue su carro, salió Joram rey de Israel, y Ocozías rey de Judá, cada uno en su carro, y salieron a encontrar a Jehú, al cual hallaron en la heredad de Nabot de Jezreel.

22. Y sucedió que cuando Joram vio a Jehú, dijo: ¿Hay paz, Jehú? Y él respondió: ¿Qué paz, con las fornicaciones de Jezabel tu madre, y sus muchas hechicerías?

23. Entonces Joram volviendo la mano huyó, y dijo a Ocozías: ¡Traición, Ocozías!

24. Mas Jehú flechó su arco, e hirió a Joram entre las espaldas, y la saeta salió por su corazón, y cayó en su carro.

25. Dijo luego Jehú a Bidcar su capitán: Tómalo y échalo a un cabo de la heredad de Nabot de Jezreel. Acuérdate que cuando tú y yo íbamos juntos con la gente de Acab su padre, Jehová pronunció esta sentencia sobre él, diciendo:

26. Ciertamente yo vi ayer la sangre de Nabot, y la sangre de sus hijos, dijo Jehová; y tengo que darte la paga en esta heredad, dijo Jehová. Tómale, pues, ahora, y échalo en la heredad, conforme a la palabra de Jehová.

27. Y viendo esto Ocozías rey de Judá, huyó por el camino de la casa del huerto. Y lo siguió Jehú, diciendo: Herid también a éste en el carro. Y le hirieron a la subida de Gur, junto a Ibleam. Y él huyó a Meguido, y murió allí.

28. Y sus siervos le llevaron en un carro a Jerusalén, y allá le sepultaron con sus padres, en su sepulcro en la ciudad de David.

29. En el undécimo año de Joram hijo de Acab, comenzó a reinar Ocozías sobre Judá.

30. Vino después Jehú a Jezreel; y como Jezabel lo oyó, adornó sus ojos con alcohol, y atavió su cabeza, y se asomó a una ventana.

31. Y como entraba Jehú por la puerta, ella dijo: ¿Sucedió bien a Zimri, que mató a su señor?

32. Alzando él entonces su rostro hacia la ventana, dijo: ¿Quién está conmigo? ¿Quién? Y miraron hacia él dos o tres eunucos.

33. Y él les dijo: Echadla abajo. Y ellos la echaron: y parte de su sangre fue salpicada en la pared, y en los caballos; y él la atropelló.

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