23. hasta que Jehová quitó a Israel de delante de su rostro, como Él lo había dicho por medio de todos los profetas sus siervos; e Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta hoy.
24. Y el rey de Asiria trajo gente de Babilonia, y de Cuta, y de Iva, y de Hamat, y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria, en lugar de los hijos de Israel; y poseyeron a Samaria, y habitaron en sus ciudades.
25. Y aconteció al principio, cuando comenzaron a habitar allí, que no temiendo ellos a Jehová, envió Jehová contra ellos leones que mataron a muchos de ellos.
26. Entonces dijeron ellos al rey de Asiria: Las gentes que tú trasladaste y pusiste en las ciudades de Samaria, no conocen la costumbre del Dios de aquella tierra, y Él ha echado leones en medio de ellos, y he aquí los matan, porque no conocen la costumbre del Dios de la tierra.
27. Entonces el rey de Asiria mandó, diciendo: Llevad allí a alguno de los sacerdotes que trajisteis de allá, y vayan y habiten allí, y les enseñen la costumbre del Dios del país.
28. Y vino uno de los sacerdotes que habían trasportado de Samaria, y habitó en Betel, y les enseñó cómo habían de temer a Jehová.
29. Mas cada nación se hizo sus dioses, y los pusieron en las casas de los lugares altos que habían hecho los de Samaria; cada nación en su ciudad donde habitaba.
30. Los de Babilonia hicieron a Sucot-benot, y los de Cuta hicieron a Nergal, y los de Hamat hicieron a Asima;
31. Los aveos hicieron a Nibhaz y a Tartac; y los de Sefarvaim quemaban sus hijos en el fuego como ofrenda a Adramelec y a Anamelec, dioses de Sefarvaim.