3. Y sucedió que en aquella misma noche vino palabra de Dios a Natán, diciendo:
4. Ve y di a David mi siervo: Así dice Jehová: Tú no me edificarás casa en que habite:
5. Porque no he habitado en casa alguna desde el día que saqué a los hijos de Israel hasta hoy; antes estuve de tienda en tienda, y de tabernáculo en tabernáculo.
6. Dondequiera que anduve con todo Israel ¿hablé una palabra a alguno de los jueces de Israel, a los cuales mandé que apacentasen mi pueblo, para decirles: Por qué no me edificáis una casa de cedro?
7. Por tanto, ahora dirás a mi siervo David: Así dice Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás del rebaño, para que fueses príncipe sobre mi pueblo Israel;
8. y he estado contigo en todo cuanto has andado, y he talado a todos tus enemigos de delante de ti, y te he hecho gran nombre, como el nombre de los grandes que hay en la tierra.
9. Asimismo he dispuesto lugar a mi pueblo Israel, y lo he plantado para que habite en su lugar, y no sea más removido; ni los hijos de iniquidad lo consumirán más, como antes,
10. y desde el tiempo que puse los jueces sobre mi pueblo Israel; mas humillaré a todos tus enemigos. Además te hago saber que Jehová te edificará casa.
11. Y será que, cuando tus días fueren cumplidos para irte con tus padres, levantaré tu simiente después de ti, que será uno de tus hijos; y afirmaré su reino.
12. Él me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente.
13. Yo le seré por Padre, y él me será por hijo; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquél que fue antes de ti;
14. y yo lo afirmaré en mi casa y en mi reino eternamente; y su trono será firme para siempre.