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Juan 5:3-18 Reina-Valera Antigua (RVES)

3. En éstos yacía multitud de enfermos, ciegos, cojos, secos, que estaban esperando el movimiento del agua.

4. Porque un ángel descendía á cierto tiempo al estanque, y revolvía el agua; y el que primero descendía en el estanque después del movimiento del agua, era sano de cualquier enfermedad que tuviese.

5. Y estaba allí un hombre que había treinta y ocho años que estaba enfermo.

6. Como Jesús vió á éste echado, y entendió que ya había mucho tiempo, dícele: ¿Quieres ser sano?

7. Señor, le respondió el enfermo, no tengo hombre que me meta en el estánque cuando el agua fuere revuelta; porque entre tanto que yo vengo, otro antes de mí ha descendido.

8. Dícele Jesús: Levántate, toma tu lecho, y anda.

9. Y luego aquel hombre fué sano, y tomó su lecho, é íbase. Y era sábado aquel día.

10. Entonces los Judíos decían á aquel que había sido sanado: Sábado es: no te es lícito llevar tu lecho.

11. Respondióles: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda.

12. Preguntáronle entonces: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda?

13. Y el que había sido sanado, no sabía quién fuese; porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.

14. Después le halló Jesús en el templo, y díjole: He aquí, has sido sanado; no peques más, porque no te venga alguna cosa peor.

15. El se fué, y dió aviso á los Judíos, que Jesús era el que le había sanado.

16. Y por esta causa los Judíos perseguían á Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en sábado.

17. Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora obra, y yo obro.

18. Entonces, por tanto, más procuraban los Judíos matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que también á su Padre llamaba Dios, haciéndose igual á Dios.

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