26. Mas vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.
27. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;
28. Y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano.
29. Mi Padre que me las dió, mayor que todos es y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
30. Yo y el Padre una cosa somos.
31. Entonces volvieron á tomar piedras los Judíos para apedrearle.
32. Respondióles Jesús: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre, ¿por cuál obra de esas me apedreáis?