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Juan 10:21-32 Reina-Valera Antigua (RVES)

21. Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado: ¿puede el demonio abrir los ojos de los ciegos?

22. Y se hacía la fiesta de la dedicación en Jerusalem; y era invierno;

23. Y Jesús andaba en el templo por el portal de Salomón.

24. Y rodeáronle los Judíos y dijéronle: ¿Hasta cuándo nos has de turbar el alma? Si tú eres el Cristo, dínos lo abiertamente.

25. Respondióles Jesús: Os lo he dicho, y no creéis: las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;

26. Mas vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.

27. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;

28. Y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano.

29. Mi Padre que me las dió, mayor que todos es y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

30. Yo y el Padre una cosa somos.

31. Entonces volvieron á tomar piedras los Judíos para apedrearle.

32. Respondióles Jesús: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre, ¿por cuál obra de esas me apedreáis?

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