Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 7:52-60 Reina-Valera Antigua (RVES)

52. ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? y mataron á los que antes anunciaron la venida del Justo, del cual vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores;

53. Que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis.

54. Y oyendo estas cosas, regañaban de sus corazones, y crujían los dientes contra él.

55. Más él, estando lleno de Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vió la gloria de Dios, y á Jesús que estaba á la diestra de Dios,

56. Y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre que está á la diestra de Dios.

57. Entonces dando grandes voces, se taparon sus oídos, y arremetieron unánimes contra él;

58. Y echándolo fuera de la ciudad, le apedreaban: y los testigos pusieron sus vestidos á los pies de un mancebo que se llamaba Saulo.

59. Y apedrearon á Esteban, invocando él y diciendo: Señor Jesús, recibe mi espíritu.

60. Y puesto de rodillas, clamó á gran voz: Señor, no les imputes este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.

Leer capítulo completo Hechos 7