50. ¿No hizo mi mano todas estas cosas?
51. Duros de cerviz, é incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo: como vuestros padres, así también vosotros.
52. ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? y mataron á los que antes anunciaron la venida del Justo, del cual vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores;
53. Que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis.
54. Y oyendo estas cosas, regañaban de sus corazones, y crujían los dientes contra él.