21. Y será que todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
22. Varones Israelitas, oid estas palabras: Jesús Nazareno, varón aprobado de Dios entre vosotros en maravillas y prodigios y señales, que Dios hizo por él en medio de vosotros, como también vosotros sabéis;
23. A éste, entregado por determinado consejo y providencia de Dios, prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole;
24. Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible ser detenido de ella.
25. Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí: Porque está á mi diestra, no seré conmovido.
26. Por lo cual mi corazón se alegró, y gozóse mi lengua; Y aun mi carne descansará en esperanza;
27. Que no dejarás mi alma en el infierno, Ni darás á tu Santo que vea corrupción.
28. Hicísteme notorios los caminos de la vida; Me henchirás de gozo con tu presencia.
29. Varones hermanos, se os puede libremente decir del patriarca David, que murió, y fué sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta del día de hoy.
30. Empero siendo profeta, y sabiendo que con juramento le había Dios jurado que del fruto de su lomo, cuanto á la carne, levantaría al Cristo que se sentaría sobre su trono;
31. Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fué dejada en el infierno, ni su carne vió corrupción.