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Hechos 12:8-25 Reina-Valera Antigua (RVES)

8. Y le dijo el ángel: Cíñete, y átate tus sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Rodéate tu ropa, y sígueme.

9. Y saliendo, le seguía; y no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, mas pensaba que veía visión.

10. Y como pasaron la primera y la segunda guardia, vinieron á la puerta de hierro que va á la ciudad, la cual se les abrió de suyo: y salidos, pasaron una calle; y luego el ángel se apartó de él.

11. Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo el pueblo de los Judíos que me esperaba.

12. Y habiendo considerado esto, llegó á casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban juntos orando.

13. Y tocando Pedro á la puerta del patio, salió una muchacha, para escuchar, llamada Rhode:

14. La cual como conoció la voz de Pedro, de gozo no abrió el postigo, sino corriendo adentro, dió nueva de que Pedro estaba al postigo.

15. Y ellos le dijeron: Estás loca. Mas ella afirmaba que así era. Entonces ellos decían: Su ángel es.

16. Mas Pedro perseveraba en llamar: y cuando abrieron, viéronle, y se espantaron.

17. Mas él haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto á Jacobo y á los hermanos. Y salió, y partió á otro lugar.

18. Luego que fué de día, hubo no poco alboroto entre los soldados sobre qué se había hecho de Pedro.

19. Mas Herodes, como le buscó y no le halló, hecha inquisición de los guardas, los mandó llevar. Después descendiendo de Judea á Cesarea, se quedó allí.

20. Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro y los de Sidón: mas ellos vinieron concordes á él, y sobornado Blasto, que era el camarero del rey, pedían paz; porque las tierras de ellos eran abastecidas por las del rey.

21. Y un día señalado, Herodes vestido de ropa real, se sentó en el tribunal, y arengóles.

22. Y el pueblo aclamaba: Voz de Dios, y no de hombre.

23. Y luego el ángel del Señor le hirió, por cuanto no dió la gloria á Dios; y espiró comido de gusanos.

24. Mas la palabra del Señor crecía y era multiplicada.

25. Y Bernabé y Saulo volvieron de Jerusalem cumplido su servicio, tomando también consigo á Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos.

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