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Colosenses 1:10-26 Reina-Valera Antigua (RVES)

10. Para que andéis como es digno del Señor, agradándo le en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios:

11. Corroborados de toda fortaleza, conforme á la potencia de su gloria, para toda tolerancia y largura de ánimo con gozo;

12. Dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la suerte de los santos en luz:

13. Que nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo;

14. En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados:

15. El cual es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda criatura.

16. Porque por él fueron criadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles é invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fué criado por él y para él.

17. Y él es antes de todas las cosas, y por él todas las cosas subsisten:

18. Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia; él que es el principio, el primogénito de los muertos, para que en todo tenga el primado.

19. Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,

20. Y por él reconciliar todas las cosas á sí, pacificando por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos.

21. A vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos de ánimo en malas obras, ahora empero os ha reconciliado

22. En el cuerpo de su carne por medio de muerte, para haceros santos, y sin mancha, é irreprensibles delante de él:

23. Si empero permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído; el cual es predicado á toda criatura que está debajo del cielo; del cual yo Pablo soy hecho ministro.

24. Que ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;

25. De la cual soy hecho ministro, según la dispensación de Dios que me fué dada en orden á vosotros, para que cumpla la palabra de Dios;

26. A saber, el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, mas ahora ha sido manifestado á sus santos:

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