Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 27:1-11 Reina-Valera Antigua (RVES)

1. Salmo de David. JEHOVA es mi luz y mi salvación: ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida: ¿de quién he de atemorizarme?

2. Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.

3. Aunque se asiente campo contra mí, No temerá mi corazón: Aunque contra mí se levante guerra, Yo en esto confío.

4. Una cosa he demandado á Jehová, ésta buscaré: Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.

5. Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Ocultaráme en lo reservado de su pabellón; Pondráme en alto sobre una roca.

6. Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en derredor de mí: Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo: Cantaré y salmearé á Jehová.

7. Oye, oh Jehová, mi voz con que á ti clamo; Y ten misericordia de mí, respóndeme.

8. Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová.

9. No escondas tu rostro de mí, No apartes con ira á tu siervo: Mi ayuda has sido; No me dejes y no me desampares, Dios de mi salud.

10. Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Jehová con todo me recogerá.

11. Enséñame, oh Jehová, tu camino, Y guíame por senda de rectitud, A causa de mis enemigos.

Leer capítulo completo Salmos 27