Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 18:35-43 Reina-Valera Antigua (RVES)

35. Dísteme asimismo el escudo de tu salud: Y tu diestra me sustentó, Y tu benignidad me ha acrecentado.

36. Ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y no titubearon mis rodillas.

37. Perseguido he mis enemigos, y alcancélos, Y no volví hasta acabarlos.

38. Helos herido, y no podrán levantarse: Cayeron debajo de mis pies.

39. Pues me ceñiste de fortaleza para la pelea; Has agobiado mis enemigos debajo de mí.

40. Y dísteme la cerviz de mis enemigos, Y destruí á los que me aborrecían.

41. Clamaron, y no hubo quien salvase: Aun á Jehová, mas no los oyó.

42. Y molílos como polvo delante del viento; Esparcílos como lodo de las calles.

43. Librásteme de contiendas de pueblo: Pusísteme por cabecera de gentes: Pueblo que yo no conocía, me sirvió.

Leer capítulo completo Salmos 18