9. Alegróse por tanto mi corazón, y se gozó mi gloria: También mi carne reposará segura.
10. Porque no dejarás mi alma en el sepulcro; Ni permitirás que tu santo vea corrupción.
11. Me mostrarás la senda de la vida: Hartura de alegrías hay con tu rostro; Deleites en tu diestra para siempre.