Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 119:94-112 Reina-Valera Antigua (RVES)

94. Tuyo soy yo, guárdame; Porque he buscado tus mandamientos.

95. Los impíos me han aguardado para destruirme: Mas yo entenderé en tus testimonios.

96. A toda perfección he visto fin: Ancho sobremanera es tu mandamiento.

97. MEM. ­Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.

98. Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; Porque me son eternos.

99. Más que todos mis enseñadores he entendido: Porque tus testimonios son mi meditación.

100. Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos.

101. De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra.

102. No me aparté de tus juicios; Porque tú me enseñaste.

103. Cuán dulces son á mi paladar tus palabras! Más que la miel á mi boca.

104. De tus mandamientos he adquirido inteligencia: Por tanto he aborrecido todo camino de mentira.

105. NUN. Lámpara es á mis pies tu palabra, Y lumbrera á mi camino.

106. Juré y ratifiqué El guardar los juicios de tu justicia.

107. Afligido estoy en gran manera: oh Jehová, Vivifícame conforme á tu palabra.

108. Ruégote, oh Jehová, te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca; Y enséñame tus juicios.

109. De continuo está mi alma en mi mano: Mas no me he olvidado de tu ley.

110. Pusiéronme lazo los impíos: Empero yo no me desvié de tus mandamientos.

111. Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; Porque son el gozo de mi corazón.

112. Mi corazón incliné á poner por obra tus estatutos De continuo, hasta el fin.

Leer capítulo completo Salmos 119