66. Enséñame bondad de sentido y sabiduría; Porque tus mandamientos he creído.
67. Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra.
68. Bueno eres tú, y bienhechor: Enséñame tus estatutos.
69. Contra mí forjaron mentira los soberbios: Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
70. Engrasóse el corazón de ellos como sebo; Mas yo en tu ley me he deleitado.
71. Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.