15. Allí te consumirá el fuego, te talará la espada, te devorará como pulgón: multiplícate como langosta, multiplícate como langosta.
16. Multiplicaste tus mercaderes más que las estrellas del cielo: el pulgón hizo presa, y voló.
17. Tus príncipes serán como langostas, y tus grandes como langostas de langostas que se sientan en vallados en día de frío: salido el sol se mudan, y no se conoce el lugar donde estuvieron.
18. Durmieron tus pastores, oh rey de Asiria, reposaron tus valientes: tu pueblo se derramó por los montes, y no hay quien lo junte.
19. No hay cura para tu quebradura; tu herida se encrudeció: todos los que oyeron tu fama, batirán las manos sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu malicia?