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Éxodo 9:30-35 Reina-Valera Antigua (RVES)

30. Mas yo sé que ni tú ni tus siervos temeréis todavía la presencia del Dios Jehová.

31. El lino, pues, y la cebada fueron heridos; porque la cebada estaba ya espigada, y el lino en caña.

32. Mas el trigo y el centeno no fueron heridos; porque eran tardíos.

33. Y salido Moisés de con Faraón de la ciudad, extendió sus manos á Jehová, y cesaron los truenos y el granizo; y la lluvia no cayó más sobre la tierra.

34. Y viendo Faraón que la lluvia había cesado y el granizo y los truenos, perseveró en pecar, y agravó su corazón, él y sus siervos.

35. Y el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir á los hijos de Israel; como Jehová lo había dicho por medio de Moisés.

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