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1 Samuel 20:9-27 Reina-Valera Antigua (RVES)

9. Y Jonathán le dijo: Nunca tal te suceda; antes bien, si yo entendiera ser consumada la malicia de mi padre, para venir sobre ti, ¿no había yo de descubrírtelo?

10. Dijo entonces David á Jonathán: ¿Quién me dará aviso? ó ¿qué si tu padre te respondiere ásperamente?

11. Y Jonathán dijo á David: Ven, salgamos al campo. Y salieron ambos al campo.

12. Entonces dijo Jonathán á David: Oh Jehová Dios de Israel, cuando habré yo preguntado á mi padre mañana á esta hora, ó después de mañana, y él apareciere bien para con David, si entonces no enviare á ti, y te lo descubriere,

13. Jehová haga así á Jonathán, y esto añada. Mas si á mi padre pareciere bien hacerte mal, también te lo descubriré, y te enviaré, y te irás en paz: y sea Jehová contigo, como fué con mi padre.

14. Y si yo viviere, harás conmigo misericordia de Jehová; mas si fuere muerto,

15. No quitarás perpetuamente tu misericordia de mi casa. Cuando desarraigare Jehová uno por uno los enemigos de David de la tierra, aun á Jonathán quite de su casa, si te faltare.

16. Así hizo Jonathán alianza con la casa de David, diciendo: Requiéralo Jehová de la mano de los enemigos de David.

17. Y tornó Jonathán á jurar á David, porque le amaba, porque le amaba como á su alma.

18. Díjole luego Jonathán: Mañana es nueva luna, y tú serás echado de menos, porque tu asiento estará vacío.

19. Estarás pues tres días, y luego descenderás, y vendrás al lugar donde estabas escondido el día de trabajo, y esperarás junto á la piedra de Ezel;

20. Y yo tiraré tres saetas hacia aquel lado, como ejercitándome al blanco.

21. Y luego enviaré el criado diciéndole: Ve, busca las saetas. Y si dijere al mozo: He allí las saetas más acá de ti, tómalas: tú vendrás, porque paz tienes, y nada hay de mal, vive Jehová.

22. Mas si yo dijere al mozo así: He allí las saetas más allá de ti: vete, porque Jehová te ha enviado.

23. Y cuanto á las palabras que yo y tú hemos hablado, sea Jehová entre mí y ti para siempre.

24. David pues se escondió en el campo, y venida que fué la nueva luna, sentóse el rey á comer pan.

25. Y el rey se sentó en su silla, como solía, en el asiento junto á la pared, y Jonathán se levantó, y sentóse Abner al lado de Saúl, y el lugar de David estaba vacío.

26. Mas aquel día Saúl no dijo nada, porque se decía: Habrále acontecido algo, y no está limpio; no estará purificado.

27. El día siguiente, el segundo día de la nueva luna, aconteció también que el asiento de David estaba vacío. Y Saúl dijo á Jonathán su hijo: ¿Por qué no ha venido á comer el hijo de Isaí hoy ni ayer?

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