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Santiago 2:3-13 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

3. y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado;

4. ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?

5. Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?

6. Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales?

7. ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?

8. Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis;

9. pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores.

10. Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.

11. Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley.

12. Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.

13. Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.

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