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San Mateo 8:14-29 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

14. Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre.

15. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.

16. Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos;

17. para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.

18. Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado.

19. Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.

20. Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.

21. Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.

22. Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.

23. Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron.

24. Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía.

25. Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!

26. Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.

27. Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?

28. Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.

29. Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?

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