33. Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos.
34. Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
35. ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
36. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.
37. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
38. Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
39. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
40. y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;
41. y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
42. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
43. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
44. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
45. para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
46. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?
47. Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?
48. Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.