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San Marcos 9:26-40 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

26. Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto.

27. Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.

28. Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera?

29. Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.

30. Habiendo salido de allí, caminaron por Galilea; y no quería que nadie lo supiese.

31. Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; pero después de muerto, resucitará al tercer día.

32. Pero ellos no entendían esta palabra, y tenían miedo de preguntarle.

33. Y llegó a Capernaum; y cuando estuvo en casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre vosotros en el camino?

34. Mas ellos callaron; porque en el camino habían disputado entre sí, quién había de ser el mayor.

35. Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.

36. Y tomó a un niño, y lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dijo:

37. El que reciba en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió.

38. Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía.

39. Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí.

40. Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.

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