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San Marcos 5:33-39 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

33. Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.

34. Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.

35. Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro?

36. Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente.

37. Y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo.

38. Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho.

39. Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme.

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