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San Marcos 5:3-17 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

3. que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas.

4. Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar.

5. Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras.

6. Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él.

7. Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.

8. Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo.

9. Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos.

10. Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región.

11. Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo.

12. Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos.

13. Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron.

14. Y los que apacentaban los cerdos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron a ver qué era aquello que había sucedido.

15. Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo.

16. Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos.

17. Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos.

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