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San Marcos 4:24-38 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

24. Les dijo también: Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís.

25. Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.

26. Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra;

27. y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.

28. Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga;

29. y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado.

30. Decía también: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos?

31. Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra;

32. pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra.

33. Con muchas parábolas como éstas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír.

34. Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo.

35. Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado.

36. Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas.

37. Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.

38. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?

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