11. Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
12. Y luego el Espíritu le impulsó al desierto.
13. Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.
14. Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,
15. diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
16. Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
17. Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.
18. Y dejando luego sus redes, le siguieron.
19. Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes.
20. Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.
21. Y entraron en Capernaum; y los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba.
22. Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
23. Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces,
24. diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.
25. Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él!
26. Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él.
27. Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?
28. Y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea.
29. Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan.
30. Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella.