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San Lucas 9:33-49 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

33. Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía.

34. Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube.

35. Y vino una voz desde la nube, que decía: Éste es mi Hijo amado; a él oíd.

36. Y cuando cesó la voz, Jesús fue hallado solo; y ellos callaron, y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto.

37. Al día siguiente, cuando descendieron del monte, una gran multitud les salió al encuentro.

38. Y he aquí, un hombre de la multitud clamó diciendo: Maestro, te ruego que veas a mi hijo, pues es el único que tengo;

39. y sucede que un espíritu le toma, y de repente da voces, y le sacude con violencia, y le hace echar espuma, y estropeándole, a duras penas se aparta de él.

40. Y rogué a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron.

41. Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros, y os he de soportar? Trae acá a tu hijo.

42. Y mientras se acercaba el muchacho, el demonio le derribó y le sacudió con violencia; pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo devolvió a su padre.

43. Y todos se admiraban de la grandeza de Dios.Y maravillándose todos de todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos:

44. Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras; porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres.

45. Mas ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen; y temían preguntarle sobre esas palabras.

46. Entonces entraron en discusión sobre quién de ellos sería el mayor.

47. Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomó a un niño y lo puso junto a sí,

48. y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande.

49. Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros.

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