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San Lucas 4:21-35 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

21. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

22. Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?

23. Él les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra.

24. Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra.

25. Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra;

26. pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.

27. Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.

28. Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira;

29. y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle.

30. Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue.

31. Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les enseñaba en los días de reposo.

32. Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad.

33. Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz,

34. diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios.

35. Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno.

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