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San Lucas 24:38-53 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

38. Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos?

39. Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.

40. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies.

41. Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?

42. Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel.

43. Y él lo tomó, y comió delante de ellos.

44. Y les dijo: Éstas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.

45. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;

46. y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;

47. y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.

48. Y vosotros sois testigos de estas cosas.

49. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

50. Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo.

51. Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo.

52. Ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo;

53. y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.

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