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San Lucas 23:29-46 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

29. Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no criaron.

30. Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos.

31. Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará?

32. Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos.

33. Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.

34. Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.

35. Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios.

36. Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre,

37. y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.

38. Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ÉSTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.

39. Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.

40. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación?

41. Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.

42. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

43. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

44. Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

45. Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad.

46. Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.

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