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San Lucas 22:27-44 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

27. Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve.

28. Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas.

29. Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí,

30. para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.

31. Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;

32. pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.

33. Él le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte.

34. Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.

35. Y a ellos dijo: Cuando os envié sin bolsa, sin alforja, y sin calzado, ¿os faltó algo? Ellos dijeron: Nada.

36. Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una.

37. Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos; porque lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento.

38. Entonces ellos dijeron: Señor, aquí hay dos espadas. Y él les dijo: Basta.

39. Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron.

40. Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación.

41. Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,

42. diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.

43. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.

44. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.

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