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San Lucas 12:8-21 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

8. Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios;

9. mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.

10. A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.

11. Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir;

12. porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.

13. Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia.

14. Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?

15. Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

16. También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho.

17. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?

18. Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes;

19. y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.

20. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?

21. Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

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