17. Y daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos.
18. Por lo cual también había venido la gente a recibirle, porque había oído que él había hecho esta señal.
19. Pero los fariseos dijeron entre sí: Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él.
20. Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta.
21. Éstos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús.
22. Felipe fue y se lo dijo a Andrés; entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús.
23. Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.
24. De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
25. El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
26. Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
27. Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.
28. Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.
29. Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado.
30. Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de vosotros.
31. Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.
32. Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.