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Hechos 8:1-12 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

1. Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.

2. Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre él.

3. Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel.

4. Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio.

5. Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.

6. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.

7. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados;

8. así que había gran gozo en aquella ciudad.

9. Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande.

10. A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Éste es el gran poder de Dios.

11. Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo.

12. Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.

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