Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 26:1-12 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

1. Entonces Agripa dijo a Pablo: Se te permite hablar por ti mismo. Pablo entonces, extendiendo la mano, comenzó así su defensa:

2. Me tengo por dichoso, oh rey Agripa, de que haya de defenderme hoy delante de ti de todas las cosas de que soy acusado por los judíos.

3. Mayormente porque tú conoces todas las costumbres y cuestiones que hay entre los judíos; por lo cual te ruego que me oigas con paciencia.

4. Mi vida, pues, desde mi juventud, la cual desde el principio pasé en mi nación, en Jerusalén, la conocen todos los judíos;

5. los cuales también saben que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la más rigurosa secta de nuestra religión, viví fariseo.

6. Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy llamado a juicio;

7. promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus, sirviendo constantemente a Dios de día y de noche. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los judíos.

8. ¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos?

9. Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret;

10. lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto.

11. Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras.

12. Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los principales sacerdotes,

Leer capítulo completo Hechos 26